Después de tener acceso a una descripción detallada de su celda, podía afirmar que vivió en uno de estos aposentos llamados «dobles».
Situarlo en el interior del recinto, quizás, resulte más azaroso.
Solo tengo las palabras de Adolfo de Castro para intentar ubicar su celda , a partir de los elementos que permanecen en la actualidad, es decir, sin ninguna seguridad de que así fuera en tiempos de la poetisa:
(…) falleció en su celda, situada en un patio que fue calle antiguamente y que quedó incorporada al convento por donativo de un generoso protector. Delante de la puerta de su celda existía un olivo que aún se conserva[i].
Desde la única celda doble (hoy) con terraza frente al supuesto olivo (2005).
No sé si la afirmación de Adolfo de Castro es cierta, «un patio que fue calle antiguamente». ¿A qué época se refería? ¿En qué parte? Hasta que Teo Cardoso me mandó un plano de Cádiz. Me dejé atrapar por las formas del edificio. Descubría unas islas de patios y lugares de paseo, más, y más abiertos. No era lo habitual en las representaciones del monasterio, sino patios bien delimitados, tres o cuatro.
Observaba algunas entradas hoy inexistentes. En la calle Público, por ejemplo, en medio del monasterio se aprecia una entrada con su claustro. ¿Podría ser el emplazamiento de la celda de sor Gertrudis?
Puede que sea un disparate, una hipótesis absurda, pero no es razón para dejar de apuntar, de registrar y seguir al acecho hasta dar, a lo mejor algún día, en la
diana.
Veo que ante el mirador alto no hay construcción, solo el mar océano.
En la actual calle Teniente Andújar, antiguamente calle del Torno de Santa María, una vía fácilmente reconocible por su codazo arquitectónico pronunciado – todavía existente – diviso una entrada que no se corresponde con la actual.
La Hija del Sol probablemente conservó la misma celda a lo largo de su monacato. Conocí el nombre de los propietarios por el apellido de la que se quedó con la celda tras el fallecimiento de la poetisa: María del Rosario Facio. Pero, ¿fueron ellos los que le dejaron dicha habitación? Tal vez se deslice alguna pista a la lectura del capítulo III. SU NUEVO MODUS VIVENDI en EL MANTO Y EL CÁLAMO. Edición Caligrama. (2022)
[i] Adolfo de Castro, «María Gertrudis Hore de Fleming, la Hija del Sol – La Reverenda Madre de la Cruz y Hore – Mirta –», La moda elegante, núm. 33, 6 de septiembre de 1870, p. 270.