¿Cómo se organizó la «Hija del Sol» en su nuevo espacio?
¿Cuáles fueron sus prioridades al ingresar en la clausura?
Algunas preguntas poco valoradas hasta ahora por los críticos literarios e historiadores.
Nuevas preguntas y otras respuestas en EL MANTO Y EL CÁLAMO (2008-2018), ensayo conventual hirviendo a fuego lento en la sacristía virtual del monasterio. A punto de salir de los fogones azules de mis amigas las monjas de los Confines (O.I.C). A degustar con un buen vino…
después del verano.
Capítulo IV. Su nuevo «Modus Vivendi»
Su espacio privilegiado: la celda. El personal a su servicio. Su indumentaria y enseres. Confidencias con el Dr. Joseph Martín y Guzmán. Su actitud frente al sacramento de la comunión. María Gertrudis comparte celda. Las mentiras de una monja: Ana de Vilches. La muerte de su madre. Algunos eventos en el templo. Elección de prelada (1780). Rogativas (1782). Visitas pastorales en sede vacante (1782 y 1790). Sus lecturas y creaciones religiosas. Su biblioteca en la celda. Entre documentación oficial y «realidad». Estudio pormenorizado del inventario «post mortem». El Quinario de ánimas (1789). Deprecación a María Santísima (1793). El «Stabat Mater» dolorosa (s.f). Las funciones desconocidas de Sor María G. de la Cruz Hore. Sacristana (1786). Clavera oficial (1790). Tornera (1791).
Secretaria, acompañante de médico, no lo digo, todo el mundo lo sabía…